Cada vez que sentía que era hora de montar su caballo, saltaba y giraba con alegría incontrolable. Tan pronto como Emily se colocaba sobre el caballo, el adorable perro saltaba rápidamente sobre Teddy, saboreando cada momento de sus aventuras a caballo.
Su amistad tuvo un profundo significado para ambos animales, establecida desde su primer día en la granja. Su pasatiempo favorito consistía en participar en animados juegos de persecución, retozando juntos en perfecta armonía.
GoIn poseía un espíritu competitivo, esforzándose siempre por estar a la vanguardia durante sus caminatas. Sin embargo, una vez que Teddy aumentó su paso, el pobre perro lucharía valientemente por seguir el rápido paso del caballo.
Emily se divirtió mucho observando las travesuras de Goin durante sus juegos de persecución. Eran un dúo inseparable, constantemente involucrado en algún esfuerzo travieso o aventurero.
Recientemente, Emily notó una escasez de zanahorias, lo que la llevó a investigar la causa. Ella discretamente configuró su teléfono y descubrió que Goin, Teddy y uno de sus compañeros caninos participaban en una escapada de robo de zanahorias.
Ser testigo de su crecimiento compartido y su camaradería llenó el corazón de Emily de puro deleite. Sabía que habían formado un pequeño trío alegre, viviendo sus mejores vidas juntos.