El Valle Tollense es un hermoso y tranquilo lugar al norte de Alemania , donde los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de la vista de campos verdes, densos bosques y lagos de aguas cristalinas. Pero este idílico paisaje esconde un oscuro y espantoso secreto. Debajo del suelo y el agua se encuentran las evidencias de una batalla masiva y brutal que tuvo lugar hace más de 3.000 años, durante la Edad del Bronce tardía. Esta batalla es la más antigua conocida en la historia europea , y una de las más violentas y misteriosas del mundo.
Un descubrimiento casual
La batalla fue descubierta por accidente en 1996, cuando un lugareño interesado en la conservación de la naturaleza tropezó con un hueso humano con una punta de flecha clavada en la orilla del río Tollense. Alertó a las autoridades, que enviaron arqueólogos a investigar. Lo que encontraron fue sorprendente: una vasta y dispersa colección de huesos humanos y animales, armas y pertenencias personales que se extendía por varios kilómetros a lo largo del río. Los huesos pertenecían al menos a 140 personas, en su mayoría hombres jóvenes, pero también algunas mujeres y niños. Las armas incluían espadas, lanzas, hachas, garrotes, arcos y flechas de bronce, madera y pedernal. Los artículos personales incluían joyas, herramientas y contenedores que indicaban que algunos de los combatientes procedían de tierras lejanas.
Un choque de culturas
La batalla data de alrededor del año 1200 a. C., una época en la que Europa Central estaba atravesando importantes cambios sociales y políticos. La Edad del Bronce fue un período de innovación tecnológica y expansión comercial, pero también de creciente competencia y conflicto por recursos y territorios. El valle de Tollense puede haber sido un lugar estratégico que conectaba diferentes regiones y culturas, como la cultura nórdica de la Edad del Bronce en Escandinavia, la cultura Urnfield en el sur de Alemania y el este de Francia, y la cultura lusaciana en Europa central y oriental. Algunas de estas culturas pueden haber estado involucradas en la batalla, ya sea como aliadas o enemigas.
Según Thomas Terberger, arqueólogo de la Universidad de Göttingen en Alemania, que ayudó a iniciar la excavación en Tollense, la batalla no fue un asunto local. “Tenemos personas de diferentes regiones con diferentes antecedentes genéticos que murieron allí”, dice. “Esto no es un grupo de idiotas locales matándose unos a otros. Este es un evento suprarregional”.
Terberger y su equipo analizaron los isótopos de los dientes de algunos de los esqueletos para determinar dónde crecieron. Descubrieron que algunos de ellos procedían del sur de Alemania o incluso de lugares más lejanos. También examinaron el ADN de algunos de los huesos y descubrieron que pertenecían a diferentes grupos genéticos típicos del norte y centro de Europa.
Un misterio sin resolver
Aún se desconocen la causa exacta y el resultado de la batalla, pero los arqueólogos han propuesto varias hipótesis basadas en la evidencia. Una posibilidad es que la batalla fuera parte de una guerra o incursión más amplia entre grupos o reinos rivales. Otra posibilidad es que la batalla fuera el resultado de un levantamiento social o rebelión contra una élite o gobernante opresivo. Una tercera posibilidad es que la batalla fuera un evento ritual o ceremonial que involucrara sacrificios humanos o combates de gladiadores. Cualquiera sea el caso, la batalla fue un evento violento y traumático que dejó una huella duradera en el paisaje y en las personas que lucharon allí.
Una de las pistas más intrigantes sobre la naturaleza de la batalla es un grupo de 31 objetos de bronce que se encontraron en sedimentos de un río a unos 300 metros de una antigua calzada que se cree que fue el punto de partida de la batalla. Los objetos incluyen un punzón de bronce, un cincel y un cuchillo, fragmentos de bronce y una pequeña caja cilíndrica de bronce diseñada para usarse en un cinturón. También se encontraron restos humanos en el depósito de sedimentos, lo que respalda la idea de que la zona era parte del campo de batalla de la Edad del Bronce.
Entre el alijo también hay tres cilindros de bronce que pueden haber sido accesorios para bolsas o cajas diseñadas para guardar artículos personales: objetos inusuales que hasta ahora sólo han sido descubiertos a cientos de kilómetros de distancia, en el sur de Alemania y el este de Francia. “Esto nos resultó desconcertante”, afirma Terberger. “Estos son objetos muy raros que no se encuentran todos los días”. Sugiere que estos objetos pueden haber pertenecido a alguien que tenía un papel o estatus especial en la batalla, como un líder o un mensajero.
Una fuente única de información
El campo de batalla del Valle de Tollense es una fuente única y valiosa de información sobre la Edad del Bronce en Europa. Proporciona información sobre la guerra, el armamento, la movilidad, la identidad y el estilo de vida de las personas que vivieron en este período. También desafía algunas de las suposiciones y estereotipos sobre la Edad del Bronce como una época pacífica o primitiva. El campo de batalla del Valle de Tollense muestra que la Edad del Bronce fue una era compleja y dinámica que fue testigo tanto de la cooperación como del conflicto entre diferentes culturas y sociedades.
Como dice Detlef Jantzen, arqueólogo jefe de la Oficina Estatal de Cultura y Conservación Histórica de Mecklemburgo-Pomerania Occidental: “Llevamos mucho tiempo buscando este tipo de yacimientos. Esta es la primera vez que podemos demostrar que algo parecido a una guerra existió en la Europa Central prehistórica”.