Debra Berpier, una artista de Victoria, Canadá, crea encantadoras esculturas utilizando materiales naturales como arcilla, conchas y madera flotante. Sus intrincadas piezas representan una fusión de personas y elementos de la naturaleza, encarnando los espíritus del mundo natural. El enfoque de Debra al trabajar con madera flotante es ver cada pieza como una escultura que ya ha sido creada por las fuerzas del océano y el viento. Ella cree que cada pieza tiene su propia historia única e intenta conectarse con ella mientras la moldea y le da formas familiares de animales o humanos. Al hacer esto, Debra da nueva vida a los materiales que utiliza y los transforma en algo verdaderamente mágico.
Las creaciones artísticas de Debra van más allá de la madera ya que frecuentemente integra diversos materiales como conchas, arcilla, piedras y otros elementos descubiertos para realzar sus figuras.
Siente una profunda admiración por el campo, los niños y los animales, tres de las cosas más veneradas que existen. Utilizando materiales orgánicos como arcilla, conchas y madera flotante, crea fascinantes esculturas. Estas intrincadas obras de arte reflejan la esencia de la naturaleza y la fusión entre los humanos y los elementos naturales.
Muchas culturas ven las conchas como un símbolo de fertilidad y su incorporación al arte ayuda a mejorar esta asociación. Estos talismanes son una reinterpretación contemporánea de las figuras prehistóricas de piedra de Venus y promueven una contemplación pacífica. Berpier captura hábilmente estos hermosos encuadres en sus fotografías.
Cuando era niña, Debra sentía un profundo amor por el océano y la naturaleza. Incluso ahora se siente afortunada de poder compartir su pasión con otros a través de su trabajo. Las cosas simples de la vida siguen brindándole alegría, como las formas de la madera, el brillo del agua, la suavidad de las piedras grises y el aroma salado de las algas. Para Debra, la simplicidad es clave para la felicidad y espera inspirar a otros a encontrar también la alegría en la naturaleza.
La naturaleza es una parte integral de nuestra existencia. A pesar de nacer de la tierra y estar interconectados con todos los seres vivos, poco a poco vamos olvidando que somos una especie más de animal. ¿Alguna vez te has tomado un momento para apreciar un árbol, observar su belleza y escuchar el sonido que crea? ¿Notas las pequeñas malas hierbas, las enredaderas que trepan por las paredes y el juego de luces y sombras en las hojas? Es importante reconectarnos con la naturaleza y reconocer nuestro lugar dentro de ella.
Incluso si resides en una ciudad, todavía hay zonas verdes alrededor. Incluso si las flores del jardín de al lado están descuidadas y rodeadas de maleza, solo mirarlas puede hacerte sentir conectado con todo y con todos los seres vivos. Ten presente que lastimar a la naturaleza significa lastimarte a ti mismo también.