Las fotografías sorprendentes protagonizan el feroz episodio cuando una leona tiende una emboscada a una cría de jirafa.
La leona que acecha se acerca sigilosamente a la manada de jirafas desprevenida, salta rápidamente sobre la cría y lucha durante casi 20 minutos, hasta que, finalmente, focaliza al bebé indefenso.
La fotógrafa Anja Kruger captó hábilmente el momento y documentó vívidamente la apasionante escena con perfecto detalle.
Este es el momento en que una jirafa juvenil desprevenida se acercó a un arbusto donde se escondía una leona
Como era de esperar, las jirafas intentaron escapar en el momento en que la leona se acercó, atacando al lugar más cercano.
La leona rápidamente atrapó a la jirafa, apretando su largo cuello con sus formidables patas mientras perforaba su arteria con sus dientes.
El fotógrafo sudafricano de 32 años, durante una visita al Parque Nacional Kruger, dio testimonio de este monumental tesoro.
Él cuenta: “Al principio, todo parecía tranquilo entre la manada de diez jirafas, incluidas las tres crías. La leona, camuflada entre la hierba seca, estaba a sólo un salto de dos crías de jirafa y un adulto”.
“Es posible que la leona estuviera acechando en la sombra, oculta por el arbusto, mientras las jirafas, aparentemente sintiendo una presencia, se acercaron, sin darse cuenta de su presencia”.
“Después de que la vimos, saltó sobre una de las crías de jirafa y la atrapó sin esfuerzo. Durante unos 20 minutos, lo inmovilizó, sofocando gradualmente al animal, que esporádicamente pateaba en un intento inútil de liberarse”.
En cuestión de segundos, la jirafa juvenil estaba en el suelo, condenada a ser devorada por la leona.
La jirafa tardó unos 20 minutos en dejar de temblar, momento en el que el depredador ya se estaba dando un festín con su cuerpo.
Las jirafas restantes se detuvieron a unos 50 metros de distancia y nunca intentaron atrapar al joven fаɩɩeп antes de que muriera.
Las jirafas restantes observaron el desarrollo de los acontecimientos desde aproximadamente 50 metros de distancia, aparentemente reticentes a intervenir en la situación.
“Todo fue increíblemente rápido. A pesar de visitar el parque con regularidad durante más de 25 años, al menos cuatro veces al año, nunca he visto una manada entera de leones derribar a una jirafa”, reflexionó el fotógrafo.