El avestruz común (Struthio camelus) es el ave viva más grande del mundo. Esta ave no voladora es nativa del continente africano y se puede encontrar en una variedad de hábitats, desde sabanas y pastizales hasta desiertos y áreas semiáridas.
Una de las características más distintivas del avestruz común es su tamaño: los machos adultos pueden alcanzar una altura de hasta 2,8 metros (9,2 pies) y pesar hasta 156 kg (344 libras). También son conocidos por sus piernas largas y poderosas que pueden usarse para dar patadas mortales a los depredadores.
A pesar de no volar, el avestruz común es capaz de correr a velocidades de hasta 70 km/h (43 mph), lo que lo convierte en uno de los animales terrestres más rápidos del mundo. Esta velocidad, combinada con su excelente vista, ayuda al avestruz a evadir a los depredadores y mantenerse a salvo en la naturaleza.
El avestruz común también es conocido por su comportamiento reproductivo único. En lugar de construir nidos, la hembra de avestruz pone sus huevos en un agujero poco profundo en el suelo y depende del macho para incubarlos. Durante la incubación, el avestruz macho se sentará sobre los huevos hasta por 2 meses, y solo los dejará para comer y beber.
A pesar de su impresionante tamaño y fuerza, el avestruz común está catalogado como una especie de menor preocupación por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, todavía enfrentan amenazas por la pérdida de hábitat, la caza y el cambio climático, y se necesitan esfuerzos de conservación para garantizar su supervivencia continua.