Desafortunadamente, algunas personas no dudan en lastimar a los animales sin motivo alguno. Se cometió una crueldad con un pastor alemán llamado Kiryusha, cuando su dueño decidió de la nada darle una inyección mortal al perro y enterrarlo vivo. Por suerte, el perro se las arregló para salir.
Olga Listseva, una mujer de treinta y nueve años, conducía por una carretera en el norte de Rusia, vio a un perro que caminaba lentamente bajo la lluvia.
Siguió conduciendo pero después de unos minutos y al ver el cansancio y la desesperanza en los ojos del perro, dio media vuelta y fue a rescatar al pequeño.
Su pelaje estaba empapado y estaba muy exhausto. Olga le ofreció algo de comer y lo dejó sentarse en el asiento trasero del auto. Durmió todo el camino hasta Ukhta, un viaje de 93 millas. Ella lo llevó a un servicio de rescate de perros llamado Kind City.
Publicaron algunas fotos del perro y de repente sus dueños fueron encontrados y contactados. Afirmaron que el pobre perro no estaba sano y por eso le hicieron eso, afirmación que era totalmente falsa.
Al final resultó que, una pareja anónima admitió que le habían inyectado una droga letal para matarlo. Luego lo enterraron vivo en un lugar remoto cerca de la autopista Ukhta-Siktifkar.
Kiryu fue examinado por veterinarios y salió que estaba bastante saludable, lo único que sufría era hambre. El refugio de animales dijo que la pareja los contactó nuevamente y se disculpó.
El equipo de rescate Ekaterina Nimac dijo: ‘Gracias a Olga, Kiryu ha comenzado una nueva vida. En el refugio está muy tranquilo”.
Afortunadamente Kiryusha ahora está a salvo y es adoptado por su nueva familia, le deseamos lo mejor y esperamos que nunca más tenga que experimentar algo tan horrible.
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