La conmovedora historia de Max es un testimonio del hecho de que todos los animales, independientemente de su pasado, deberían tener la oportunidad de tener un hogar acogedor. A medida que Alex y Max pasaban más tiempo juntos, su vínculo se hizo más fuerte, lo que demuestra que la intervención de un amable extraño puede alterar el destino tanto de un perro como de un humano para mejor.