Dos fotógrafos aficionados, Howard y Marianne Berger, mientras exploraban el parque de vida silvestre Kgalagadi Transfrontier, Sudáfrica, tuvieron la suerte de capturar el momento en que los leones cazaban y mataban antílopes como un rayo.
Howard y Marianne Berger capturaron el momento en que un león hambriento cazaba a su presa a una velocidad asombrosa.
Escondido bajo un gran árbol, tan pronto como vio al pobre antílope vagando solo cerca del pozo de agua, el león se precipitó como una flecha y se abalanzó sobre su presa.
El león no le dio al antílope ninguna posibilidad de resistirse o huir.
Solo le tomó unos minutos al león macho controlar completamente al antílope, arrojarlo al suelo y asestarle el golpe mortal.